Puedes tomar decisiones basándose en dos posibles situaciones: ¿Cuál crees que funcione mejor?

Alguien perseverante busca llegar a un objetivó y esta dispuesto a cambiar sus métodos para llegar al mismo.  Alguien terco busca que su método sea el que funcione, aunque no se logre el verdadero objetivo.

Puede parecer obvio pero el objetivo de estudiar no es el de ‘no equivocarse’ es de equivocarse ‘la menor cantidad de veces’ y que esos errores sean lo ‘más baratos posibles’. Los errores son algo que nunca se van a poder evitar.

Por estadística si utilizas la misma playera para todos pasara una cosa: A la mayoría no lo quedara bien, le quedara grande o muy chica. Lo mismo ocurre cuando quieres usar la misma ‘solución’ para distintos problemas, la mayoría de las veces no servirá.

Mientras tú peleas defendiendo un ideal otros defienden resultados

Un pequeño problema real es más importante que un gran problema imaginario Es fácil dejarse llevar por la imaginación:¿qué pasaría sí…? Te enfocas tanto en tu imaginación qué se te olvida que existen problemas reales qué debes atender.

Lo más importante para que sea una buena historia es que el receptor este dispuesto a creerlá. Si no esta dispuesto a creerla, no importa lo buena qué sea tu historia. Piensa en las historias de superheroes, si en esas historias agregan algo que antes era imposible, siempre se generará cierta resistencia a ese cambio

El problema de las ideologías es que (la mayoría) creen saber la forma correcta de hacer las cosas. Pero la verdad nunca sabes si algo es correcto hasta que lo pruebas en la ‘vida real’. Y si realmente quieres hacer mejoras, tendrás que aceptar que muchas de tus ideas, son ideas que no funcionan en

No hay ningún problema con que lidies con diferentes batallas a la vez, pero recuerda que cada una tiene sus propias reglas, y lo que te podría hacer perder en una, en otra te llevara a la victoria. Entiende bien tus batallas.

No importa lo buena que sea una cadena, nunca le podrás poner mas de lo que soporte el eslabón más débil. ¿Ya sabes cuál es tu eslabón más débil?